Hace unos meses que me hice estas fotos, y aún no había visto el momento de poder enseñároslas.
Este vestido lo compré la temporada pasada en H&M, cuando todas las tiendas low-cost se fijaron en los cuadros y rombos, esa unión perfecta que presentó Marc Jacobs en uno de sus últimos desfiles para Louis Vuitton en donde impecables modelos fluían por las escaleras mecánicas con prendas estampadas con estas características como principal destaque.
La cohesión entre estos dos colores, el blanco y el negro, es interminable. Siempre digo que es una solución, nunca fallan y algo de cierto tendrá cuando ya Coco Chanel en su tiempo los eligió como colores clave para la elegancia de su firma.
No quería combinarlo con accesorios de color, por lo que opté por el color metálico. Los zapatos, de la nueva temporada de Primark, muy baratos y cómodos junto con el bolso de Bershka de la temporada pasada que me costó tanto conseguir y aunque sea un producto low-cost, lo tengo como una joyita.
Espero que os haya gustado el look lectores!
G R A C I A S P O R L E E R M E
María.
