Un supermercado de lujo

C H A N E L 

El Grand Palais de París fue transformado para la ocasión en "Chanel Shopping Center", donde invadieron zapatillas y otros elementos del sportswear.

"La última vez hicimos una galería de arte, es decir un supermercado para ricos, ahora hicimos el verdadero supermercado", lanzó Lagerfeld a los periodistas tras el desfile.

Mientras esperan que comience, los invitados se sacan fotos entre las góndolas y carritos del "supermercado", donde todos los productos,(por supuesto, organizados como un establecimiento real) dónde todos estos llevaban el nombre de algún elemnto representativo. Desde el agua mineral "Eau de Chanel" hasta las latas de conserva con el logo de la casa de modas con las dos "C" entrelazadas.

En la sección de bebidas, la clientela de la "maison" y la prensa que estaba allí pudo encontrar botellas de vino con la etiqueta "Château Gabrielle" , en referencia a la fundadora de la casa, o sodas con el nombre "Tweed Cola" , en un guiño a uno de sus tejidos más representativos.

La modelo Cara Delavingne abrió el desfile con un largo abrigo en tweed, una de las piezas mejor logradas de la colección. Por debajo, lleva una especie de jogging rosado con agujeros, como si estuvieran desgastadas por el uso. Sus zapatillas, obra de Massaro, haciendo juego con el abrigo.

Para llevar la simulación del supermercado hasta el final, las modelos llevaron carritos y cestas de soporte metálico decoradas por Chanel, en las que metiron sus bolsos.

¿Porqué presentar la colección en un supermercado? Karl Lagerfeld habla del "reflejo de la vida cotidiana en el lujo" y de influencia del "arte pop". "Si alguien lleva objetos muy caros proclamando 'miren lo caro que es' es una vulgaridad. Hay que saber llevar cualquier cosa como si fuese un vaquero de 100 euros, de otra forma no es elegante", agrega el diseñador, aunque admite que nunca va al supermercado. "Estoy muy ocupado con tantas colecciones, de modo que otros van por mí".

Las zapatillas, que ya habían aparecido en el desfile de alta costura en enero, suben acordonadas sobre la pantorrilla, como las de un boxeador. 
"Me gusta que las mujeres sean como los hombres: todo el mundo camina sobre superficies planas", explicó el diseñador.

A pesar de que el gris y el negro desempeñaron un papel importante, esta colección defendió un invierno con una paleta efusiva que incluyó varias tonalidades de rosa, amarillo, verde manzana, teja o naranja.